Reserva Santa Fe es un desarrollo inmobiliario residencial enfocado en el buen vivir, integrando de manera armoniosa a personas y comunidades con la riqueza natural que les rodea a través de tres pilares de experiencia: wellness, sostenibilidad y lujo. El máster plan comprende espacios públicos y privados, que se integrarán al ecosistema del Bosque del Corredor Otomí Mexica, convirtiendo a sus habitantes en agentes de conservación y enriquecimiento de la naturaleza, al tiempo que se apalancan en ella para vivir plenamente.
Este desarrollo habitacional pretende ser la primera comunidad regenerativa y resiliente de Latinoamérica, permitiendo a la misma estar preparada para cualquier situación como: carencia de agua, falta de flujo energético y caídas de sistemas, siendo así autosostenible en generación de energía y en los ciclos de agua. El complejo, se encuentra ubicado en Santa María Atarasquillo, Sección Cieneguillas, en el Municipio de Lerma, Estado de México, a tan solo 15 minutos de Santa Fe, Ciudad de México.
ANTECEDENTES
Entrevistado por la Revista EQUIPAR, Martín Gutiérrez Lacayo, Director de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Ecología del proyecto, explicó que Grupo Balance, desarrollador de este, comenzó con una visión normal de empresa, en la cual se buscaban esquemas donde se tenía todo a la mano, pero durante los años ochenta la falta de recursos llevó a muchas empresas a la quiebra. Esa crisis, obligó a Grupo Balance a ser creativo y se logró visualizar núcleos ejidales que tuvieran la potencialidad de asociarse con el grupo desarrollador: el ejido aporta la tierra y el grupo suma el desarrollo, la economía y la venta de los predios, dividiendo en partes iguales, demostrando que sí se pueden hacer esquemas asociativos. Gutiérrez Lacayo subrayó que así fue como nació Reserva Santa Fe, por la búsqueda de replicar un modelo bondadoso donde exista un ganar-ganar para ejidatarios y desarrollador. Previo a construir, se realizó una investigación profunda por parte de expertos en áreas muy específicas como: agua, biodiversidad, hongos, forestales, enfermedades y más. Con todo esto se pudo determinar dónde se podía construir para no perturbar el lugar.
ESPACIOS Y AMENIDADES
Reserva Santa Fe, enclavada en un bosque de 197 hectáreas, redefine el concepto de vida moderno en un entorno natural. De su vasta extensión, 110 hectáreas se dedican a áreas boscosas, proporcionando a los residentes un contacto directo con la naturaleza y fomentando la conservación. Las demás hectáreas se dividen estratégicamente: 42 para lotes unifamiliares, donde las familias pueden disfrutar de un espacio privado; 18 para etapas futuras, que incluyen Townhouses y condominios residenciales, y 27 para amenidades que ofrecen experiencias de lujo y bienestar.
Los residentes pueden disfrutar de amenidades de primer nivel y zonas recreativas, mientras están rodeados de un exuberante bosque que inspira calma y promueve la biodiversidad. Para el bienestar personal y de la comunidad, Reserva Santa Fe tendrá espacios como: zona de glamping, área de picnics y asadores, gimnasio al aire libre, más de 25 kilómetros de senderos peatonales y para bicicleta; área de tiro con arco de 30 metros, invernadero forestal, vivero, granja, zona de esparcimiento para niños, plazas para patinetas, parque para perros, observatorio astronómico, puentes colgantes, canchas de pádel, tenis y pickleball; actividades como: pesca, navegación a vela y mucho más.
Los residentes y visitantes también tendrán acceso a una casa club, espacio de integración para la comunidad contando con: clases de spinning al aire libre, alberca semi olímpica, gimnasio, Spa, salón de belleza, sauna, restaurantes, bares, cafetería, lounge invernadero, zona infantil, etc.
SITIO ESPIRITUAL Y DE PRESERVACIÓN NATURAL
En lo profundo del bosque, dentro de este desarrollo residencial, hay un espacio dedicado exclusivamente al tema espiritual; este fue diseñado y construido en conjunto con la Asociación del Divino Rostro Otomí de Atarasquillo, siendo un ejemplo claro y único de sincretismo religioso, lugar de peregrinación y veneración a la Virgen de los Remedios de Nacelagua. Parte de la creencia local es que en este lugar donde alguna vez fluyó un manantial, apareció la Virgen. Este espacio cuenta con un domo de media luna que representa a la Virgen de los Remedios, un anillo que simboliza la Corona del Divino Rostro y doce columnas, una por cada lugar sagrado a donde los devotos acuden a pedir salud y fertilidad.
Por otra parte, en este desarrollo hay una apuesta por preservar a los ajolotes. También conocidos como axolotl, que en lengua náhuatl significa “monstruo de agua”, este animal conserva las características milenarias de las salamandras. Cuenta con 33 especies, de las cuales 18 habitan en nuestro país, y una de ellas ha hecho del Lago de Xochimilco su principal hogar.
SEGURIDAD
En Reserva Santa Fe, la seguridad de la comunidad es una prioridad fundamental. Para garantizarla, se está construyendo una barda perimetral de más de ocho kilómetros, diseñada por una reconocida empresa de seguridad israelí. Además, se implementó un sistema de cableado especial que emite una frecuencia electromagnética capaz de distinguir entre humanos y la fauna local. Esta tecnología avanzada permite una detección precisa y ayuda a reducir las falsas alarmas, garantizando que la seguridad no comprometa la coexistencia armoniosa con el entorno natural. Con estas medidas, en Reserva Santa Fe se busca crear un ambiente donde las personas se sientan seguras y protegidas, sin perder la conexión con el ecosistema que las rodea.
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