La industria de la construcción en América Latina se proyecta como un sector en constante crecimiento. Para muestra, se estima que el tamaño de este mercado alcanzará casi 676 mil millones de dólares a fin del 2024 y llegará a los 842.52 mil millones de dólares para 2029, con una tasa de crecimiento anual del 5%. Así lo señala el estudio "Industria de la Construcción en América Latina - Análisis de tamaño y participación -Tendencias y pronósticos de crecimiento (2024-2029)" de Mordor Intelligence, según el cual, el referido incremento está impulsado principalmente por la expansión de proyectos de infraestructura y la demanda creciente de bienes raíces en toda Latinoamérica. México y el Caribe, están siendo testigos de un crecimiento acelerado en la construcción, apoyado por políticas gubernamentales y la inversión en infraestructura básica. Además, la región en general, está viendo un auge en la urbanización, lo cual crea una demanda notable de viviendas, proyectos comerciales y de infraestructura, como sistemas de transporte y carreteras. Sin embargo, Mordor Intelligence también señala que la industria enfrenta diversos retos, siendo uno de los más destacados la falta de financiamiento para proyectos de gran envergadura, lo que afecta en mayor medida a empresas constructoras pequeñas. A esta situación se suma el déficit de mano de obra calificada, sobre todo en profesiones técnicas esenciales para el sector, como ingeniería y arquitectura, lo que complica la ejecución de proyectos en tiempo y forma.
Por otro lado, la estructura del mercado de la construcción en América Latina sigue fragmentada, dominada por actores locales y regionales, entre ellos ICA, Sacyr, OASSA y Carso Infraestructura y Construcción. Este entorno permite que empresas que operen conforme a las políticas emergentes de cada país puedan ganar una cuota de mercado relevante, beneficiándose del aumento en el flujo de turistas y del desarrollo de infraestructura hotelera y de transporte.
EL TURISMO COMO CLAVE
De acuerdo con la citada investigación, hay un motor significativo para la construcción en América Latina y es el crecimiento del turismo y la infraestructura hotelera. Como ejemplo, en el Caribe, la recuperación económica tras la pandemia ha permitido un incremento en la ocupación hotelera y en el desarrollo de nuevos proyectos. En general, la industria de la construcción en la región está profundamente vinculada al crecimiento del sector turístico, especialmente en mercados como México, Colombia, Perú y República Dominicana. La proyección de una inversión constante en proyectos hoteleros, tanto nuevos como existentes, ha sido un catalizador importante en la demanda de alojamiento en estos países, fortaleciendo sus economías y asegurando un crecimiento sostenido en la infraestructura turística.
México destaca por tener el índice de oferta hotelera más alto en la región, con 2.6 habitaciones de hotel por cada mil habitantes, cifra que, según Mordor Intelligence, podría elevarse a 3.8 en la próxima década gracias a las políticas de desarrollo turístico y a la creciente inversión en infraestructura.
Colombia también ha experimentado un aumento en su oferta hotelera, impulsado tanto por el crecimiento del turismo como por las políticas de incentivos fiscales que favorecen la inversión en el sector. A pesar de la desaceleración en su sector petrolero, el país sigue siendo un punto de interés para inversionistas en infraestructura turística debido a su estabilidad y su atractivo como destino turístico y de negocios. En la última década, la capacidad hotelera en Colombia ha crecido de manera considerable, lo que “refleja el compromiso del país con el desarrollo turístico”, señala el estudio de Mordor Intelligence.
En el caso de Perú, el mercado hotelero está mostrando la mayor tasa de crecimiento de oferta en la región, según datos del mismo análisis. Aunque su stock de infraestructura de alojamiento aún es relativamente pequeño, la demanda ha impulsado un crecimiento acelerado, respaldado tanto por el turismo como por políticas públicas favorables. Perú representa una oportunidad significativa en América Latina, y su alto índice de crecimiento en infraestructura hotelera indica un potencial para consolidarse como un destino turístico emergente, especialmente en el ámbito de alojamiento de alta calidad.
Por su parte, República Dominicana sigue consolidándose como uno de los principales destinos de inversión y turismo en América Latina, impulsando un notable crecimiento en su economía. Según el Banco Central de la República Dominicana, el país alcanzó un crecimiento del 5 % en su actividad económica en los primeros siete meses de 2024, con una expansión destacada del 8 % en el sector de hoteles, bares y restaurantes, un claro reflejo de la sólida llegada de turistas, que sumaron más de 5.2 millones en el mismo período. Esta recuperación turística ha impulsado la inversión en infraestructura hotelera y comercial, favorecida además por un entorno de estabilidad de precios derivados de políticas monetarias y fiscales acertadas. En paralelo, la inversión extranjera directa (IED) ha mostrado un incremento del 0.9 % respecto al año anterior, con un flujo estimado de más de 4 mil 500 millones de dólares al cierre de 2024, posicionándose a República Dominicana como el segundo receptor de IED en la región. Los sectores de turismo y energía son los principales destinos de esta inversión, con una creciente participación del sector energético, que ha alcanzado el 25.5 % de la IED, impulsado por incentivos estatales para energías renovables.
ALGUNOS NÚMEROS
Según el informe “Mercado de la Construcción en América Latina; Dinámica del Mercado (2024-2032) y Panorama Competitivo”, de la consultora Informes de Expertos, la construcción hotelera en América Latina se encuentra en pleno auge. Durante la primera mitad de 2024, se abrieron 30 nuevos hoteles, de importante envergadura, sumando 5 mil 353 habitaciones, y se proyecta que, antes de finalizar el año, se inaugurarán otros 59 hoteles o 10 mil 344 habitaciones adicionales.
La investigación apunta que para 2024, la región podría sumar un total de 105 hoteles y 15 mil 970 habitaciones. Este crecimiento en el sector hotelero impulsa la expansión del mercado de la construcción, ya que la demanda de infraestructura y servicios hoteleros aumenta en respuesta al auge del turismo.
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