Ante la urgente necesidad de tener menores impactos ambientales en las industrias y reducir el uso de recursos naturales no renovables, los gobiernos de todo el mundo están en proceso de establecer un marco regulatorio y normativo con el fin de cumplir con la agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y alcanzar las metas de neutralidad de emisiones rumbo al 2050. Por lo anterior, sectores como el de la construcción en conjunto con su cadena de valor, están tomando acciones para minimizar sus impactos, como son las emisiones de CO2, uso de agua y energía, generación de residuos, entre otros. Además, entre sus responsabilidades, está presentar reportes de su actividad en este tema y para ayudarlos en esa labor, existen estándares internacionales como los impulsados por Global Reporting Initiative (GRI), ideados para medir y comunicar todas las operaciones sostenibles que están realizando.
“GRI surgió hace 25 años, a partir del derrame provocado por el barco petrolero Exxon Valdez, tras encallar el 24 de marzo de 1989, con una carga de 41 millones de litros de crudo, en Prince William Sound, Alaska, vertiendo 37 mil toneladas de hidrocarburo. Eso, de alguna manera dio lugar a que se conformara este grupo de personas provenientes de organizaciones muy proactivas en los temas de impactos ambientales. El organismo se fundó en Boston, luego se trasladó a un espacio más propicio en Europa, específicamente a Ámsterdam y hace aproximadamente ocho años se abrió la oficina en Latinoamérica, para atender en principio a Hispanoamérica”, recordó Liliana Carbajal Glass, GRI Latam Program Lead.
“Se inició un trabajo muy fuerte en Colombia, Perú, Chile y se enfocaba más on demand, es decir, que realmente trabajábamos en países donde hiciera falta impulsar temas de sostenibilidad. En el caso de México, puedo decir que es una plaza muy importante y un gran mercado en términos de empresas de todo tamaño. En 2022, iniciamos con acciones más intencionales y comenzamos con la representación física en el país. Entonces ya estamos directamente trabajando en diversos programas, por un lado, damos a conocer qué son los estándares, cuál es su relevancia, pero también promovemos diversos programas de fortalecimiento de capacidades financiados por nuestros cooperantes del gobierno suizo y del sueco”, comunicó la vocera a la Revista EQUIPAR.
REPORTES
La entrevistada señaló que GRI es pionera en el mundo en establecimiento de los estándares para realizar reportes de sustentabilidad. “Estos pueden ser utilizados por todas las empresas y por una enorme diversidad de organizaciones, porque de pronto nos enfocan mucho con compañías privadas y claro, es un sector prioritario para nosotros, pero en realidad un informe de sostenibilidad basado en los estándares GRI, puede ser utilizado por una gran diversidad de organizaciones que de alguna manera quieren establecerlo con criterios claros, comparables y que puedan traducirse en una gestión y comunicación adecuada con respecto a sus impactos”.
“En concreto, los estándares GRI son la mejor práctica internacional para el desarrollo de informes de sostenibilidad y se diseñaron justamente para informar, ser más transparentes y comunicar al público en general sobre una diversidad de tópicos como pueden ser: impactos económicos, ambientales, cuál es la huella ambiental de una organización a partir de sus operaciones y desde lo social, entre otros”, señaló Liliana Carbajal Glass, quien hizo énfasis en que a partir de que una organización divulga o emite su informe de sostenibilidad, proporciona también información no solamente de sus impactos positivos y negativos, sino también cuáles son sus contribuciones al desarrollo sostenible.
De acuerdo con ella, los lineamientos GRI cuentan con tres secciones importantes: la primera son los estándares universales, que básicamente son manejados por toda organización. “Es el A,B,C, de su utilización y es también una identificación de dónde está ubicada la organización en cuanto a sostenibilidad, además de reflejar algunos criterios que se deben de considerar como el análisis de materialidad. Esto es un concepto que se usa mucho dentro de los reportes de sostenibilidad porque es el ejercicio que permite a las organizaciones saber quiénes son, sus públicos más importantes con los que debe de rendir cuentas y también cuáles son los temas más transcendentales sobre los cuales debe rendir cuentas”.
La segunda sección corresponde a los sectoriales. “Hoy por hoy hemos podido, por ejemplo, lanzar estándares de petroleó y gas. Este mismo año proyectamos el estándar de biodiversidad porque las empresas se reúnen por sectores y para nosotros es muy importante en aras de que puedan hacer un reporte cada vez más sólido y contundente, acudir a los estándares sectoriales. Adicionalmente, muy pronto vamos a proyectar los del sector de minería”, adelanto. Señaló que finalmente, como tercera sección, se tiene a la parte temática, porque las empresas u organizaciones quieren reportar a partir de determinados temas que resultan importantes para ellas. “Por ejemplo, cuestiones de género, trabajo infantil, bienestar para los colaboradores, son algunos”.
De ahí que todo el sistema de estándares de GRI, representa una herramienta muy robusta, siendo un bien público que está abierto en su página web y toda organización lo puede descargar. “Cualquiera puede acceder, porque nos interesa que cada vez más organismos utilicen estos estándares y puedan sentir que a través de esta divulgación, fortalecen su gestión”.
SECTOR CONSTRUCCIÓN
En el caso de la industria de la construcción, Liliana Carbajal Glass, informó que arriba del 70% de las grandes empresas en el mundo reportan bajo los estándares GRI, sin embargo, “el reto más grande para hoy en día es el trabajo con PyMES porque en México el 70% de las organizaciones son Pequeñas y Medianas Empresas. Pero si nos vamos directo a la industria de la edificación, tenemos que la cadena de valor está realmente centrada en ciertos esquemas. Por ejemplo, a lo mejor tenemos un CEMEX, que exige que su proveeduría se vaya metiendo más en los temas de sostenibilidad y medición”.
“Hay excelentes ejemplos a nivel de la industria que están siendo muy transparentes con sus impactos, porque en la medida en que atienden las exigencias de sus públicos y grupos de interés, mejoran su gestión, producción y trabajo dentro de la cadena de suministro. Entonces para nosotros es determinante que la industria de la construcción conozca cuáles son los estándares. Las grandes empresas los están utilizando, pero más allá de ellas, también nos interesa que todas aquellas que forman parte de la cadena de valor puedan saber que se trata de un recurso que sirve para mejorar su gestión porque, hoy por hoy, en cuanto a sostenibilidad, hemos estado trabajando en el mundo bajo un tema voluntario. Hasta ahora emitir un reporte de sostenibilidad ha sido un acto manejado por voluntad del organismo, pero en realidad todas las empresas que tengan relación con firmas europeas, y dada la regulación de Europa, van a tener que cumplir con ciertos esquemas para poder seguir operando y trabajando, porque la regulación europea ha ido hacia allá. Para poder seguir comercializando, laborando, produciendo, con empresas u organizaciones que pertenecen a la Unión Europea, tendrán, sí o sí, que presentar un reporte de sostenibilidad”, expuso.
No obstante, destacó que lo anterior será gradual, pero tocará poco a poco ir incorporando esos esquemas para adquirir una ventaja. “Todas las organizaciones que vayan involucrándose en procesos de reporte, van a tener una brecha ganada y eso involucra sustancialmente a la industria de la construcción, por el manejo de sus materiales, proveedores y cadena de suministro. Toda esa gestión, en tanto inicie en una ruta de sustentabilidad, va a tener ya un campo muy ganado porque si su operación se fundamenta desde la sostenibilidad, cuando la regulación o normativa llegue a nuestro país, no tendrán que trabajar en los estándares sostenibles de forma apresurada. Por eso es muy importante para la industria de la construcción inicie ese camino y no nada más a las empresas grandes, sino las de todo tamaño”.
NUEVAS DIRECTRICES
La experta dijo que hace 25 años GRI inició como una guía, donde se hacían recomendaciones muy importantes sobre cómo las empresas podían mejorar su medición con respecto a los impactos ambientales. “En años siguientes, se convirtió en un estándar que fue rápidamente adoptado por un gran número de organizaciones alrededor del mundo y el año pasado, lanzamos los estándares 2021 que básicamente se hicieron tras una revisión de los previos. Esto se motivó porque en el campo del desarrollo sostenible era muy importante que se incorporaran centralmente conceptos como 'conducta empresarial responsable', y 'derechos humanos', que son de enorme relevancia”.
Asimismo, precisó: “En nuestra versión anterior, el tema de derechos humanos se podía medir a partir del análisis que una organización hiciera normalmente desde su operación. Hoy los estándares parten de que todos los organismos tienen impactos a los derechos humanos y por eso es cardinal incorporarlos desde el principio y considerarlos como un elemento crítico de medición dentro de sus operaciones. Es un poco de lo que ha cambiado, pues el sistema sigue siendo modular”. Por último, extendió un mensaje para los proveedores de la industria de la construcción: “Muchas veces las organizaciones consideran que un reporte de sostenibilidad se basa en hablar de todo lo bueno que hacen, pero es muy importante que todas las empresas puedan identificar todas aquellas acciones que pueden revertir y que no necesariamente son favorables, pero a la hora de divulgarse se convierten en procesos transparentes y que permiten la mejora. Esto es una invitación para que las organizaciones de la industria de la construcción que están considerando iniciar un proceso de sostenibilidad a través de los estándares GRI, cuenten con notros; estamos para apoyar ese proceso porque creemos que nos llevará a operaciones mucho más aceptadas públicamente, transparentes y responsables.
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