Unidas por su curiosidad y el amor al arte, Monica Moussali y sus hijas Rebeca y Arlete Haboba, iniciaron un trabajo conjunto de manera exitosa, donde tras un amplio experimento con formas y movimiento, lograron definir un estilo con murales transformadores donde el color y la luz juegan un papel fundamental, pero también el movimiento y los materiales innovadores, alcanzando una reinterpretación y un caleidoscopio de posibilidades.
Monica Moussali es un proyecto nacido en 2014 con Monica, integrándose en 2016 Rebeca y Arlete para impulsar su sello, plasmando en sus piezas las experiencias que han adquirido desde su primer contacto con el arte. Sobre su obra, que se conforma con el juego de generaciones y creatividad de las tres artistas, con un diálogo entre la creación y el espectador, Monica Moussali, explicó: “Empezamos a formar murales con diferentes perspectivas, únicos y personalizados. Usamos materiales como resina, cerámica, siempre buscando nuevos acabados y formas frescas e innovadoras”. Mientras que Rebeca Haboba, señaló que los materiales cambian “dependiendo la obra que se realice, pensando en el más ideal de acuerdo con cada mural, expresando lo buscado en cada ambiente”.
Hasta la fecha, las artistas que potencializaron e integraron sus talentos, han participado en importantes proyectos inmobiliarios en México y el extranjero, con el objetivo de estar presente próximamente en espacios más públicos. “Muchas de nuestras obras están en lugares privados como departamentos, edificios, pero en México tenemos obras públicas como en el centro comercial Mítikah en la Ciudad de México, en los lobbies de los hoteles Waldorf Astoria Cancún y Conrad Tulum Riviera Maya, en Quintana Roo”, señaló Arlete Haboba, quien es parte de esta triada, que tiene como meta artística hacer diseños que hablen por sí mismos, que tengan vida propia, además de hacer que un objeto tradicional cambie de forma y de aspecto, para no reducir al objeto sólo a su realidad física.
“La obra instalada en Mítikah es una obra ensamblada que mide cerca de 8 metros. Tiene colores que inspiran paz y tranquilidad. Lo que se quería era transmitir paz y tranquilidad y estar en ese espacio en el presente y eso fue lo que hicimos en nuestra obra. Es algo orgánico y te puedes quedar contemplando porque inspira mediante los colores”, señalaron las hermanas Haboba.
OBRAS INTEGRALES
Ante medios de comunicación en un evento realizado en el desarrollo Bosque Real, las artistas que integran la firma Monica Moussali señalaron que muchas de sus obras las hacen colaborando con interioristas y arquitectos de gran renombre, las cuales crean un lenguaje único y especial. “Nuestras piezas ayudan a completar los espacios iniciados por arquitectos e interioristas. Juntos, además de con el cliente, creamos experiencias y unificamos los espacios”, explicó Monica Moussali.
“Somos un buen equipo y no hay nada más rico que de tres mentes salga una pieza. Vamos al taller, sentimos el material, vemos sus cualidades y cómo funciona; cada una plasma su idea en la pieza como tal y complementamos la materialización de ella. Rebeca y yo somos más manuales, de sentir, tocar, oler, sentir la textura. A lo mejor Arlete lleva la parte matemática, la precisión y exactitud”, dijo a EQUIPAR Monica Moussali. “Tomamos la fortaleza de cada una, siempre la unión es más poderosa”, agregaron las artistas.
Cabe decir que de sus series más importantes destacan los murales: “Abstractos”, realizados a partir de la descomposición orgánica de la figura a través del ojo y sus constantes trampas, siendo una serie que retoma la estereotomía para crear, a partir del corte, la fluidez de la forma. En este trabajo de las artistas se invita a abrir puertas hacia lo desconocido siendo un proceso largo al borde del misterio y del límite de lo desconocido. Por su parte “Ensamblado”, ofrece texturas formando nuevas sensaciones llenas de colores, tonos y saturación. El objetivo es conocer, a partir de la mirada de las artistas, el entorno, sus contrastes y cambios yendo de lo interno a lo externo. Explorando en su sentido más literal la naturaleza y sus texturas, la obra denota un concepto de tiempo eterno, siendo su belleza lo que perdura, pues hay un juego de luces que hace crecer o empequeñecer el objeto y su sombra.
Adicionalmente, los “Geométricos”, son piezas donde se juega intencionalmente con el ojo y su forma reticular para promover efectos que asemejen el movimiento. La teoría del color y el juego del movimiento, revelan la idea tradicional del diseño en conjunto con la innovación tecnológica. Podría decirse que esta serie es la más consolidada, pues muestra su amplio conocimiento en historia del arte, sumado a un desarrollado lenguaje propio.
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