Torre Manacar, ubicada en el cruce de Avenida Insurgentes y Avenida Mixcoac, se erige como uno de los edificios más icónicos de la Ciudad de México. El proyecto del afamado Arquitecto Teodoro González de León, es una gran torre de cristal que contempla una atractiva combinación de oficinas corporativas y centro comercial.
El edificio tiene 22 pisos de oficinas y 7 niveles comerciales incluyendo un nivel completo con food court y tienda de autoservicio. Adicionalmente, existen 11 pisos subterráneos de estacionamiento con capacidad para 3,285 autos, fácilmente accesible por la Avenida Mixcoac. Este importante cruce cobrará más relevancia con el nuevo proyecto de paso a desnivel y la imponente glorieta, lo que le dará mayor agilidad vial a la zona, uno de los corredores de oficinas y comercio más grandes del país.
La ubicación de Torre Manacar resulta estratégica, no solamente porque la convierte en un verdadero ícono sobre la Avenida Insurgentes Sur, pudiéndose divisar a gran distancia gracias a las vistas despejadas de esta trascendental intersección, sino por su facilidad de acceso a través de importantes arterias viales como son la propia Avenida Insurgentes, el Circuito Bicentenario y el Anillo Periférico.
Este gran corredor metropolitano cuenta también con facilidad de transporte público, como la parada del sistema Metrobús frente a la torre y la Línea 12 del Metro a unas cuantas cuadras. Lo anterior se complementa con una gran oferta de todo tipo de servicios de apoyo y hoteles que ofrece la avenida.
PROYECTO ICÓNICO
El principal reto para Pulso Inmobiliario ha sido construir un edificio icónico que pueda sustituir el edificio original Manacar, que en su momento fue un proyecto singular por sus características de edificio de usos mixtos. El terreno original tiene la singularidad de encontrarse en la intersección de la esquina de importantes avenidas como son Insurgentes Sur y Río Mixcoac, y ofrece vistas sin obstáculos a lo largo de 1,800 m, una cualidad urbana única en la Ciudad de México. El predio original de 5,030 m² se complementó al adquirirse varios de los predios adyacentes que sumaron 3,298 m² adicionales, para llegar a un total de 8,328 m², una manzana completa. Esta mayor superficie brindó la oportunidad de desarrollar un proyecto mucho más importante y casi simétrico, de 144 metros de altura, formado por dos paralelogramos inclinados, que se desplantan al paño de las restricciones de las dos avenidas y se doblan en voladizo para encontrarse en la delgada fachada de la esquina: un trapecio inclinado que vuela 36 metros sobre la plaza de entrada.
El volumen resulta de un juego de planos inclinados que obedece rigurosamente a los remetimientos de altura que exigen los reglamentos del lugar. Esta compleja geometría envuelve un volumen que contiene la totalidad de las áreas de oficinas y comerciales que permite el sitio.
DISTRIBUCIÓN
El edificio tiene 22 pisos de oficinas y siete niveles de áreas comerciales que se extienden en un basamento sobre todo el terreno. Cuenta también con 12 pisos subterráneos: el primero, de doble altura, para uso comercial y once para estacionamiento y servicios. Gracias al voladizo del volumen se crea un espacio público al frente del edificio y en un punto clave: la esquina de las avenidas Insurgentes y Río Mixcoac. Se trata de una plaza de acceso de más de 1,200 m², con un gran espejo de agua que tendrá una serie de movimientos continuos.
El vestíbulo de las oficinas tiene 30 metros de altura y alojará el famoso mural de Carlos Mérida, Los Danzantes, que será el punto focal del espacio. Este mural que estaba en el antiguo Cine Manacar es un testimonio de la historia del lugar y será ahora una pieza de arte público, visible desde la plaza de entrada.
OFICINAS
La forma del edificio determina que las 22 plantas de oficinas sean distintas; la mayor, en el nivel 7, tiene 2,775 m² rentables y van decreciendo gradualmente hasta llegar al nivel 29, con 1,555 m² rentables. Es una cualidad que ofrece más alternativas para los futuros usuarios. Todas están concebidas como plantas libres, con columnas espaciadas con distancias hasta de 15 metros. Estas plantas están comunicadas por dos baterías de ocho elevadores, una para los 10 pisos bajos y otra para los 13 altos. En el piso 17, en el que los dos grupos de elevadores coinciden, todo el frente está ocupado por un espacio flexible para poder instalar salas de juntas, comedores, cocina y áreas de espera. La parte posterior está ocupada por equipos y dos jardines de doble altura, además del sky garden.
CENTRO COMERCIAL
La zona comercial cuenta con una gran variedad de opciones gastronómicas, tanto food court como restaurantes de alto nivel, siendo un referente importante en esta zona de Insurgentes. También alberga tiendas, boutiques de prestigio, entretenimiento y un moderno gimnasio, todo en un mismo lugar. Esta zona comercial se desarrolla en siete niveles. La planta baja tiene los dos accesos que confluyen en un lugar central, en el que se encuentran las circulaciones verticales y la comunicación con el vestíbulo de oficinas.
Un hueco en el plafón permite ver parcialmente el gran espacio del atrio que se abre en los pisos superiores; es una sorpresa y una invitación a ascender al primer piso para percibir en su totalidad el gran atrio: un enorme vacío de forma ovoidal de más de 700 m², que inunda de luz natural todo el recinto, cruzado por las escaleras mecánicas desde las que se van teniendo vistas sorprendentes del espacio.
Es una solución funcional que consigue el mayor desarrollo de frente comercial y visibilidad total desde todos los puntos de vista (una recreación contemporánea de los grandes espacios de los almacenes del siglo XIX y comienzos del XX). Los comercios ocupan los tres primeros niveles, mientras que los restaurantes se ubican en el cuarto nivel. En el quinto, se agrupan las salas de cine y un gimnasio ocupa el sexto piso, con una piscina semiolímpica que a 31 metros de altura, ofrece espectaculares vistas de la ciudad y del atrio del centro comercial. El nivel -1 es subterráneo y de doble altura, donde se aloja un gran patio de comida food court, para dar servicio a la zona, además de otros giros.
ACCESOS Y ESTACIONAMIENTO
Todos los accesos vehiculares del edificio se ubican sobre la avenida Río Mixcoac. En el extremo poniente están las cinco entradas y salidas de vehículos al estacionamiento subterráneo; en el centro, el acceso peatonal principal al centro comercial y una bahía de ascenso y descenso de visitantes contiguo a la plaza de acceso. Sobre Insurgentes existe además una segunda entrada peatonal al centro comercial y en la calle Asturias se encuentran los accesos de servicios, con cuatro posiciones, con andén de carga y descarga.
El estacionamiento cuenta con 11 niveles abajo del basamento comercial subterráneo de doble altura. Cada uno abarca el total de la superficie del terreno. Tiene una capacidad total de 3,285 autos que satisfará ampliamente los requerimientos de la plaza comercial y las oficinas.
ESTRUCTURA
La singular estructura de Torre Manacar fue diseñada por una firma internacional, líder mundial en diseños estructurales, junto con un importante equipo local de ingeniería, especializados en la rama. Cumple con todos los códigos de construcción de México así como con los más altos estándares internacionales. A través de métodos y modelos sísmicos se ha podido demostrar que el edificio se comporta por encima de los parámetros de seguridad del reglamento de construcción de la Ciudad de México; inclusive, la torre garantizaría la seguridad total de los ocupantes en caso de un sismo de los que suceden sólo cada 2,500 años.
Un importante reto a resolver fue el volado de más de 36 metros que tiene el edificio, con base en las estrictas consideraciones sísmicas de la Ciudad de México. Para ello, trabajando en conjunto con los arquitectos, se logró diseñar una estructura más eficiente, segura y que sigue exactamente la forma del edificio. La estructura perimetral termina en el pretil del edificio y ofrece una solución autoestabilizadora que le da el balance al efecto de inclinación de la torre. Adicionalmente, este marco brinda un sistema sísmico que mejora la resistencia y ductilidad de la estructura en todo su conjunto.
TEODORO GONZÁLEZ DE LEÓN
Teodoro González de León, creador de la Torre Manacar, no requiere de mayor preámbulo: fue uno de los arquitectos mexicanos más reconocidos y premiados a nivel mundial. Su despacho, TGL Arquitectos, ha diseñado algunos de los proyectos más icónicos de nuestra ciudad de México, como el Auditorio Nacional, el Museo Tamayo, el Corporativo Arcos, Reforma 222 y más recientemente la Torre Virreyes, algunos de ellos en colaboración con los destacados arquitectos Abraham Zabludovsky, Francisco Serrano y Carlos Tejeda. La obra de Teodoro González de León se caracteriza por expresar la fuerza y sobriedad de la tradición mexicana dentro de una línea cercana al brutalismo, donde el uso del concreto aparente y el cristal brindan un estilo singular y muy propio. Adicionalmente a las obras antes señaladas, Teodoro González de León dejó huella internacionalmente con proyectos como las embajadas de México en Brasil, Alemania, Guatemala, Belice y la Sala Mexicana del Museo Británico. Teodoro González de León falleció el 16 de septiembre de 2016 a la edad de 90 años, habiendo diseñado algunos de los edificios más emblemáticos de la Ciudad de México.
PULSO INMOBILIARIO
Luego de iniciar operaciones en el año 2000, Pulso Inmobiliario se ha distinguido por sus grandes desarrollos hoteleros, residenciales, corporativos e industriales y centros comerciales. Entre sus desarrollos más importantes en la ciudad están la Torre NY Life, la Torre Mapfre, el Corporativo Banorte y CitiCenter Insurgentes. En el ámbito hotelero destacan desarrollos como Dreams Rivera Cancún Resort & Spa, Now Amber & Secrets Vallarta Bay, Breathless Riviera Cancún Resort & Spa, Casa Dorada en Cabo San Lucas y Hotel Secrets Puerto Los Cabos.
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