Hace tiempo que se reconoce que los sistemas de aire acondicionado mal mantenidos podrían facilitar la propagación de enfermedades transmitidas por el aire y el agua, como el SARS, la enfermedad del legionario y el resfriado común. Y ahora, la atención se está centrando en la propagación del virus Covid-19.
Es importante destacar, que, aunque las unidades HVAC, AHU y FC pueden tener el potencial de propagar enfermedades, de igual manera tienen la capacidad de controlar y reducir las tasas de infección cruzada al diluir o eliminar por completo las partículas infecciosas del aire.
LIMPIEZA DEL SISTEMA HVAC
Limpiar el sistema HVAC es un factor importante en el mantenimiento de las instalaciones en cualquier momento, sea cual sea la industria en la que se encuentre. Pero con mayor énfasis en las empresas para garantizar la seguridad de sus empleados y clientes durante la pandemia de coronavirus, por lo que es vital seguir las mejores prácticas cuando se trata de la operación del sistema HVAC.
A continuación, algunas cosas importantes que se debe hacer: 1) Introduzca más aire exterior a través de su sistema HVAC para diluir los contaminantes en el aire; 2) Limpieza y eliminación de mugre, suciedad y limo de bobinas, filtros y bandejas para aumentar la velocidad de ventilación y filtración; 3) Implementar soluciones regulares y consistentes de limpieza y desinfección del sistema HVAC, para prevenir la propagación de enfermedades.
LA IMPORTANCIA DE LOS FILTROS
Cualquier filtro que elimine partículas del aire tiene cierto potencial para reducir la exposición al coronavirus. La pregunta radica en qué eficiencia del filtro se requiere, como para tener un impacto significativo en la probabilidad de que las personas se infecten por la vía aérea.
«Los filtros son un medio excepcional para atrapar partículas y contaminantes submicrométricos, incluyendo PM2.5 (partículas que tienen un diámetro de menos de 2.5 micras), cuanto más pequeño es el diámetro del contaminante, más denso debe ser el medio filtrante para capturar», explica el Ing. Celso Tapia, Director del Programa Diplomado en Climatización en Edificación Sustentable, BIM Hospitalario, especialización salas blancas. Los filtros HEPA (detención de partículas de alta eficiencia), comúnmente utilizados en entornos de cuidados críticos dentro de las instalaciones de salud, son 99.97 por ciento efectivos para atrapar partículas de hasta 0.3 micrones de tamaño.
Los filtros de alta eficiencia pueden ser apropiados para un edificio, pero también pueden ser contraproducentes. Un filtro de alta eficiencia puede tener una alta caída de presión inicial y / o carga de polvo y partículas muy rápidamente, lo que requiere cambios frecuentes en el filtro. Un filtro de caída de alta presión (ya sea porque es así cuando es nuevo o porque se carga rápidamente) también puede hacer que más aire pase por alto el filtro si no está instalado correctamente y bien sellado. Dependiendo del diseño del sistema, un filtro de caída de alta presión también puede disminuir la cantidad de aire suministrado al ambiente, haciendo que el filtro sea menos efectivo y causando otros problemas con otras partes del sistema HVAC. Lo que es más importante, en muchos sistemas residenciales y algunos comerciales ligeros, el ventilador en el sistema no funciona muy a menudo y la eficiencia del filtro puede no ser tan importante como podría ser.
Para que los filtros tengan algún impacto en la transmisión de enfermedades infecciosas, la transmisión tiene que ocurrir a través de la ruta aérea, los filtros deben instalarse y mantenerse adecuadamente en sistemas apropiados para tratar el aire recirculado, y los filtros deben diseñarse adecuadamente para el edificio en el que son usados. Más importante aún, en la mayoría de los edificios y en la mayoría de las situaciones, los filtros pueden ser considerablemente menos efectivos que otras medidas de control de infecciones, incluyendo distanciamiento social, aislamiento de casos conocidos y lavado de manos.
SISTEMAS UV
Los sistemas de desinfección UV para HVAC complementan la filtración convencional, al abordar los microorganismos que son lo suficientemente pequeños como para pasar a través de los filtros. “Los contratistas ahora están aprendiendo que los filtros están diseñados para capturar partículas más grandes en el aire, mientras la desinfección ultravioleta de la superficie y la desinfección UV del flujo de aire son efectivas para inactivar los patógenos”, comenta el Ing. Celso Tapia. También se ha demostrado que los sistemas germicidas UV reducen la carga microbiana y los agentes patógenos que se encuentran dentro del sistema HVAC y la bandeja de drenaje que de otro modo se introducirían y distribuirían por toda la envoltura del edificio.
DECLARACIÓN DE ASHRAE
La Sociedad Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE, por sus siglas en inglés) publicó en su página de internet un documento con dos declaraciones respecto al papel que desempeñan los sistemas HVAC en la supuesta propagación del SARS-CoV-2. Lo anterior en respuesta a lo que calificó como una “ola creciente de falsos testimonios” y noticias en diversos medios de comunicación que afirman que el aire acondicionado contribuye a la propagación del coronavirus.
La postura oficial de ASHRAE, en cambio, sostiene que mantener la operación de los sistemas HVAC comerciales y residenciales contribuye al control de los contagios de Covid-19 en las edificaciones: “La transmisión del SARS-CoV-2 por el aire es lo suficientemente probable como para que la exposición por vía aérea al virus deba ser controlada. Cambios en el funcionamiento de los edificios, lo que incluye a los sistemas e instalaciones de climatización, calefacción y ventilación pueden reducir las exposiciones por vía aérea”, se lee en el documento.
En su segunda declaración se opone y desaconseja parar el funcionamiento de los equipos de acondicionamiento climático: “La ventilación y filtración facilitadas por los sistemas e instalaciones de climatización, calefacción y ventilación pueden reducir la concentración de SARS-CoV-2 en el aire y, por tanto, el riesgo de transmisión por vía aérea. Espacios no acondicionados pueden provocar estrés térmico en personas con amenaza directa de su vida y reducción de su resistencia a la infección. En general, parar los sistemas e instalaciones de climatización, calefacción y ventilación no es una medida recomendada para reducir la transmisión del virus”.
Además, asegura que los filtros de los sistemas de climatización, junto con otras estrategias, ayudan a mitigar la transmisión del coronavirus al eliminar otros contaminantes del aire que pueden afectar a la salud. “Como consecuencia de la pandemia global actual resulta fundamental que ASHRAE responda asesorando cómo mitigar la transmisión del virus y proponiendo recomendaciones de ventilación y filtración”, declaró Darryl K. Boyce, presidente de la Sociedad.
El Comité de Salud Ambiental de ASHRAE ha desarrollado también un Informe de Emergencia para apoyar las dos declaraciones mencionadas. Asimismo, ha constituido un Equipo de Trabajo para Epidemias (ETF), compuesto por líderes expertos en abordar las relaciones entre la propagación de la enfermedad y los sistemas HVAC en edificios durante la actual pandemia y futuras epidemias. Por último, el Comité de Salud Ambiental de ASHRAE ha publicado un Documento de Posicionamiento sobre Aerosoles Infecciosos.
CIUDADES CONTAMINADAS
La contaminación del aire es el mayor riesgo para la salud ambiental y el problema es mayor en las ciudades, las partículas, el dióxido de nitrógeno y el ozono a nivel del suelo causan el mayor daño.
De acuerdo con estudios realizados por la European Public Health Alliance EPHA (Alianza Europea de Salud Pública) aquellos que viven en ciudades contaminadas están más expuestos a contraer el COVID-19. La contaminación del aire puede causar hipertensión, diabetes y enfermedades respiratorias, afecciones que los médicos están comenzando a vincular con tasas de mortalidad más altas a los contagiados con el Covid-19. Un estudio de 2003 sobre víctimas del SARS por coronavirus descubrió que los pacientes en regiones con niveles moderados de contaminación del aire tenían un 84% más de probabilidades de morir que aquellos en regiones con baja contaminación del aire.
La European Respiratory Society (ERS) miembro de la EPHA anuncio que la Dra. Sara De Matteis, profesora asociada de medicina ambiental y ocupacional en la Universidad de Cagliari, Italia, y miembro del Comité de Salud Ambiental de ERS dijo: “La calidad del aire urbano ha mejorado en el último medio siglo, pero la gasolina y especialmente los gases de los vehículos diesel siguen siendo un problema muy grave”. Incluso los últimos motores diesel emiten niveles peligrosos de contaminación. Los pacientes con afecciones pulmonares y cardíacas crónicas causadas o empeoradas por la exposición a largo plazo a la contaminación del aire son menos capaces de combatir las infecciones pulmonares y tienen más probabilidades de morir, este es probablemente también el caso de COVID-19. Al reducir los niveles de contaminación del aire, podemos ayudar a los más vulnerables en su lucha contra esta y cualquier posible pandemia futura”.
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