Javier Peña

El nuevo Haven Riviera Cancún Resort & Spa, ubicado en Puerto Morelos, al ser la primera propiedad fuera de España de Hipotels Hotels & Resorts, es sin duda una apuesta fuerte, proyectada en un terreno de casi 250 hectáreas que comprenden 4 kilómetros desde la carretera federal hasta las lujosas instalaciones de playa frente al paradisíaco mar Caribe Mexicano. 
El Ing. Javier Peña, Director de Proyectos Zona Caribe en Hipotels, en entrevista con EQUIPAR, señaló que esta propiedad tiene 333 suites en su primera fase, pero el terreno tiene autorizados un total de 2,023 cuartos. “Tenemos contemplado concluir la construcción de este desarrollo, que además tendrá un campo de golf ya autorizado, es un complejo bastante interesante”.
Destacó que este proyecto cuenta con una arquitectura contemporánea que representa un producto diferenciador en interiores, exteriores, paisajismo, tecnologías integradas, eficiencia energética, etc. Inclusive, entre otras amenidades, posee un gran caudal de agua de 6,000 m3 en albercas, ya que en todas las plantas bajas de los edificios habitacionales hay swim-out, además de una gran alberca frente al edificio principal y otra que, hasta ahora, es la alberca circular más grande de la Riviera Maya, con 60 metros de diámetro.

EDIFICACIÓN DIFERENCIADORA
El Ing. Peña explicó que para este proyecto, Hipotels se esmeró mucho en la calidad de los acabados y al ser un hotel de alto nivel esa era la premisa: conseguir un producto con una arquitectura diferente. “La arquitectura del hotel la trabajó la empresa de Guadalajara, Arquetipo, de Enrique Orozco y Kena González. Su diseño es contemporáneo, está muy acompañado y complementado con el diseño de interior (Interarq), en el que hay una enorme mezcla de materiales diversos en su procedencia, consiguiendo que dentro de esa variedad sean capaces de combinarse”. Agregó que cada área del hotel combina formas, ideas y materiales que no tienen que ver nada con el espacio de al lado y estos acabados brindan un aspecto mucho más atractivo a lo que ya es la arquitectura en sí, para brindar un toque distintivo también en los espacios interiores.
El entrevistado señaló que para la parte exterior del proyecto se ha trabajado con el despacho paisajista de la Ciudad de México, KVR, que logró una combinación entre el medio ambiente, los manglares y especies nativas de la Riviera Maya, integrándolas dentro del hotel, para que el paisaje exterior conviva con el interior.
Resaltó que 95% de los proveedores a nivel contratistas y de obra de este hotel, fueron locales, mientras que el resto fueron empresas foráneas que suministraron productos para interiorismo difíciles de conseguir en el país. “Todos los contratistas, instaladores y grupos contratados para esta obra han sido seleccionados minuciosamente, acreditando certificaciones autorizadas y homologadas por México, que ayudan a la sustentabilidad y eficiencia en obra, y nos han permitido tener unos acabados y unos detalles que no son fáciles de lograr”, comentó. 

CONSTRUCCIÓN INNOVADORA 
Según el Ing. Javier Peña, este hotel tuvo muchos retos en su construcción y uno de ellos –que es muy común en los hoteles de la compañía–, es que todo el desarrollo constructivo tiene un nivel en el sótano, para comunicar todo el Resort mediante esa planta subterránea. Incluso el área de las albercas tiene dicho piso bajo tierra, para que los empleados puedan caminar por debajo y controlar toda la instalación. “Todo lo que alcanza la vista, está controlado por debajo mediante un sótano de instalaciones. El que tú tengas un hotel que tiene una planta de servicio bajo tierra, es una importante inversión que no le genera ningún ingreso económico al hotel, pero ayuda a que el cliente pueda tener un hospedaje relajado sin ver movimiento de empleados ni carritos de golf, todo eso se hace por el sótano. Ese reto a nivel constructivo sí que nos significó una lucha con el agua, porque el nivel freático de la región es muy elevado. Este fue de los retos iniciales más difíciles de salvar pero se consiguió”, afirmó. 
Otros retos superados fueron: el desarrollo del edificio principal, que manejó planteamientos estructurales de losas con ciertas cargas que requerían mayor precisión en el cálculo. Y el desarrollo de los 4 kilómetros de carretera hacia la playa, con complejas instalaciones bajo el asfalto para poder dar suministro de servicios al hotel (agua, electricidad..) y la planta de tratamiento de aguas residuales, cuyas aguas tratadas son reutilizadas para el riego de las áreas verdes.

TECNOLOGÍA Y SOSTENIBILIDAD
En la parte de tecnología, el Ing. Peña explicó que en el hotel se han implementado sistemas de control global de ahorro energético para que se puedan controlar los sistemas de aire acondicionado manteniendo las temperaturas y consumos particulares de cada área. “Eso hace que un pilar importante en el consumo energético hotelero como es el aire acondicionado, pueda ser controlado dependiendo de la ocupación de cada área”, explicó. 
“Tenemos también un sistema de control muy potente para los cárcamos de rebombeo de aguas residuales, mediante un control centralizado donde se puede manejar el estatus de cada uno de los cárcamos y la situación de los grupos de bombeo, saber en qué estado se encuentran y mandar el estatus a un correo o a un teléfono, para saber si hay un error puntual. Son esos sistemas tecnológicos de punta que hoy en día te ayudan a tener centralizado y controlado cada sistema de una manera fácil”, expuso.
El entrevistado afirmó que Grupo Hipotels busca siempre una excelente relación con el entorno, de hecho 29 de sus 30 hoteles, se ubican frente a la playa y la compañía siempre ha buscado tener una relación de respeto con el medio ambiente. Un detalle importante que confirma el grado de respeto de Hipotels hacia el medio ambiente, es que en el año 2007 esta compañía tenía autorizado el proyecto hotelero e iba a iniciar obras, pero en ese momento salió aprobada la Norma NOM-022 de la Semarnat, que establece las especificaciones para la preservación y restauración en zonas de manglar, por lo que Hipotels de manera voluntaria decidió cancelar dicho proyecto y rediseñarlo de acuerdo a las nuevas normas ambientales mexicanas, a pesar de que ello causó un retraso de varios años para iniciar las obras de lo que es hoy Haven Riviera Cancún Resort & Spa.

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